Naufrague en su marea,
y en la costa del desencuentro
perdí la razón y el tiempo.
Encantado por los faroles
de un faro abandonado
me quede esperando en el
tus ojos alborotados.
Es la cuna de un poeta
que espera sin prisa ni paciencia,
con un corazón echo de mimbre
que lo deja sin anhelo de existencia.
Encantado por la luz tan cegadora
de ese faro abandonado,
me quede esperando en el
tus ojos alborotados...
Naufrague en su marea
y en la costa del desencuentro,
no solo perdí la razón
también deje el corazón.
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