miércoles, 19 de octubre de 2011

Cada grito de pasión, equivale a una pena que no quiere ser llorada...


Estaba ahí, en esa esquina deslumbrando la ciudad
sabia que podía con todos, aunque se dejaba seducir,
su cintura, con ese raro swing, no se dejaba dominar
aunque su soltura, no podía controlar...

Intentaba sanar sus heridas, 
con abrazos sin amor, 
con caricias desmedidas y 
propinas de pasión...

En el día es una mas, de las tantas de la vida,
por las noches, la reina de lo prohibido,
y su castillo es esa esquina, que solo ella hace brillar,
su pesadilla convertida en realidad, y el sueño de despertar.

Por las tardes se arrepiente 
y siente que no lo puede soportar,
ser la reina de la noche,
 de las copas y algo mas.

Por las noches sale a deslumbrar,
esa esquina que sin ella, seria una esquina mas.
pero la presencia de la reina, atrae al animal,
esa bestia sedienta de sexo, que se viene a desquitar...

Intentaba sanar sus heridas, 
con abrazos sin amor, 
con caricias desmedidas y 
propinas de pasión...

Y sigue dando vida a esa esquina, 
alimentando a la bestia, 
esquivando al dolor, opacando las heridas,
con caricias sin amor, engañando su corazón...

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