viernes, 4 de noviembre de 2011

Explosiones exorreicas de emociones, que forman el mar de la fantasía y los sueños escapados.

Invisibles lazos, hilos que te enredan,
manipulan tu estado, si bailas o te quedas sentada...

No sabes que hacer, buscas deliberadamente una salida,
no sabes como actuar, y pesa en tus hombros las cuerdas,
y te quedas sin posibilidad de moverte, esperando la señal
que te permita moverte, la inercia de los piolines.

Y tratas de desaparecer, en busca de tu libertad,
pero no puedes moverte, y quedas estática,
inmóvil, esperando nuevamente, ese movimiento
del cordel, ese cordel que sostiene tu existencia. 

Manejando, a su gusto tu vida, aun sabiendo 
de tu disgusto, te direcciona a su propia felicidad,
aunque no sea lo que vos queres, 
aunque no sea esa la felicidad que vos buscas.

Y las cuerdas firmes, las que enredan tu vida,
esos lazos que te mantienen cautiva,
que conocen tu disgusto, te alejan de tu libertad,
te acercan a su felicidad, quitándote tu feliz final...


manejando a gusto tu vida, aun sabiendo
de tu disgusto, te direcciona a su propia felicidad,
aunque no sea lo que vos queres,
aunque no sea esa, la felicidad que vos buscas...

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