Pude ver tus ojos y
perderme en su sinuosa melodía,
Pude sentir tu tacto avasallador,
encendiendo mi piel,
Quisas fue tu actitud
lo que me engatuso
quisas fueron tus manos
que me terminaron provocando...
Y sentí el fuego de tus manos,
mientras me perdía en tus ojos.
el camino sin retorno
del placer a medias tintas.
La vuelta, fue lo impredecible,
tan procaz, como efímera.
Todo acabo, hasta ese
momento de calma luego del nefasto,
Y nuevamente el fuego de tus manos
reactivaron mis sentidos,
quise perderme en tus ojos,
y me encontré con tus labios
sellando mi destino, quise escapar,
pero delante mio solo había un abismo.
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