jueves, 18 de febrero de 2010

Raro sueño de una noche de invierno

Era una noche de sábado como cualquier otra, decidimos juntarnos en la casa de una amiga a tomar unos mates y charlar un rato. Éramos tres, carla, marina y yo. Eran las 23:40 cuando decidimos contar historias de terror con el solo hecho de contar experiencias vividas por nosotros. Marina fue la primera en contar su historia, carla estaba muy asustada, y yo tenia la piel de gallina, pero aun así no tenia miedo,; dicen que cuando se te pone la piel de gallina es por que espíritu ronda por el lugar, no me tomo ni un segundo mencionarlo y cuando lo dije carla casi se desmaya. Al terminar de contar mi historia el silencio nos invadió, nadie se lo esperaba: de la nada se corto la luz y quedamos totalmente a oscuras, al punto que carla empieza a gritar, yo y marina intentamos calmarla, la abrazamos, mientras la perrita de carla no paraba de ladrar era como si alguien hubiese entrado.
De repente no se por que mire hacia la puerta, y veo una figura roja acercándose directamente a carla asustada sollozando. Marina, aparte de mi, fue la única que logro divisar esta y comienza a gritar pero no se escuchaban sus gritos, solo se escuchaban los gritos de la perra que lloraba, y el llanto de carla; yo miraba fijamente a la figura que se aproximaba lentamente con una mirada despiadada hacia donde estaba yo abrazando a carla… La figura se acercaba cada vez mas, nada impedía su paso, todo lo atravesaba incluso a la mesa, no se que me paso pero en intentar impedirle que se acercara mas me desvanecí (según me contaron carla y marina) fue ahí que de mi cuerpo inconsciente sale una figura con forma de león, blanco que se poso frente al espectro rojo decidido en atacar a carla. Entonces, esta figura proyectada desde mi cuerpo con forma de león ruge de tal manera que espanta a la criatura roja, desapareciendo y volviendo automáticamente la luz por un lado, y por el otro, lo que había salido de mi, esa figura blanca con forma de león vuelve a introducirse en mi recuperando así la conciencia.
Cuando las chicas me cuentan todo lo ocurrido me quede anonadado, no lo podía creer. Lo peor era que podía ser cierto ya que yo sentí al desmayarme como que perdía algo, como que algo salía de mi cuerpo, y que lo volvía a recuperar cuando recobre la conciencia.
Por suerte volvió la calma, la perra ya no lloraba, carla estaba mas tranquila y volvimos a lo que estábamos haciendo antes de que ocurra todo esto (tomando mates).
Hora de volver a casa. Al momento de irnos eran como las 2:30 de la mañana, íbamos caminando con marina conversando de lo sucedido y en eso le digo “no valla a ser cosa que ahora se nos aparezca algo raro en el camino” y nos reímos como si nada.
Una vez en la esquina de la escuela del barrio (donde marina y yo nos dividimos para llegar a nuestras casas) ella dobló hacia la derecha para ir a su casa, y yo seguí una cuadra mas corriendo hasta la mía, cuando casi llegando, me paralizo, era como si algo me freno de golpe, y era así, ahí estaba la misma figura roja misteriosa esperándome…
NO sabia que hacer, estaba sorprendido, inmóvil, pero no sentía miedo. Tenía una sensación extraña algo recorría mi cuerpo, lo único que se me ocurría era correr y pedir ayuda, entonces, empiezo a caminar lentamente en dirección contraria a la figura, cuando sentí como un escalofrió por toda la espalda, la figura me seguía y yo presentía que estaba atrás mío cada vez mas cerca. No me quedaba otra tenía que enfrentarla otra vez, de la nada volví a desvanecerme escuchando el rugido de un león…
Al otro día desperté, exaltado, acostado en mi cama. No recordaba como había llegado ahí, y lo único que me acordaba era que me había desmayado en la puerta de mi casa y había escuchado el rugido de un león…

1 comentario:

  1. No puedo creer que hayas publicado estooo!!! jajajaajajaa sos un LOGI!!

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