miércoles, 6 de abril de 2011

En busca de un destino...

Quería quedarme a esperar esa oportunidad, pero quien me aseguraría que llegaría?.
Así que case el bolso, y me fui en busca de algo que no sabia que era, pero en el camino seguro encontraría.

Cuando empecé el camino, tenia un poco de miedo, pero era normal, estaba saliendo de la rutina, rompiendo los ejes de mi vida para comenzar un camino diferente, lejos de todo lo que conocía, o eso creía. Alguien una ves me había dicho: "Los caminos de la vida, mas de una ves han de cruzarse". 

En fin, había arrancado una etapa nueva, solo llevaba conmigo un poco de plata que había juntado, y mi mochila con ropa y algo de comida. es lo único que quería llevar, así era mi sueño y yo iba detrás de el. Aunque no supiera bien cual era, por lo menos así empezaba!.

Eso creía yo, nada es tan fácil como en los sueños, el cansancio se hacia notar, pero mi felicidad era un poco mas fuerte, mi entusiasmo era gigante, lo único que pensaba era llegar al otro pueblo y así de pueblo en pueblo conocer gente, aprender cosas nuevas, e ir en busca de ese sueño que tal ves un día descubra, por que por ahora, solo se que empieza así, rompiendo ejes.

Dos días de caminata sin parar, merecieron una noche de descanso, si bien mis ganas de seguir eran gigantes, mi cuerpo no respondía. así que decidí acampar, pase la noche contando estrellas en el cielo hasta que me dormí. Los rayos del sol, me despertaron con su suave caricia sobre mi mejilla. la brisa veraniega soplaba tranquilamente, otro gran día para caminar. Ya estaba cerca de el primer pueblito. 
Cada paso que daba me llenaba de ganas de dar otro paso mas, y así casi sin darme cuenta de que había pasado otro día entero caminando, llegue al pueblo, era como lo imaginaba, sencillo, tranquilo. Todos los vecinos se conocían, y se llevaban bien!, eran amables y cordiales. 

Uno de los pueblerinos me ofreció su cochera para poder descansar, y obviamente acepte emocionado, estaba en un lugar que no conocía, rodeado de gente que no sabia ni como era mi nombre, descansando en una cochera, era como vivir en una película, la cual se grababa día a día, y se llamaba vida. Mis ganas de seguir eran inapagables, se desataban en mi como un incendio forestal.

A la mañana siguiente después de desayunar, me acerque al centro del pueblito, dos calles llena de vendedores ambulantes, y entre el medio de la gente, la encontré, ella había sido mi primer amor la que desato mis dos grandes pasiones, mi musa inspiradora, ahí estaba en un pueblo totalmente alejado de mi hogar, de donde la conocí, recostada sobre una alfombra negra, dentro de una funda abierta que deja ver toda su belleza, quede estupefacto al ver a mi primera y única guitarra, acostada a la venta en un pueblo lejos de mi hogar.

Es increíble, pensaba mientras sacaba el dinero suficiente para comprarla, aunque tuviera que gastar todo lo que tenia, ella vendría conmigo, y así fue. Recupere a mi primer gran amor. 
Al instante de haberla adquirido nuevamente, me senté en una plaza cercana a tocar una canción, la cual se transformo en la excusa perfecta para tocar casi medio cancionero del rock nacional argentino de la década de los 70.
La noche caía sobre el pueblo, y la gente se desconcentraba de mi al rededor, se iba contenta como si algo nuevo hubiese nacido esa tarde en esa plaza, junto a mi y mi guitarra.

Yo decidí acampar y pasar la noche, a la mañana siguiente partiría en busca de ese sueño que tanto anhelaba cumplir, aunque no supiera cual era todavía.
Cuando comencé el viaje hacia la próxima ciudad, en la cual me embarcaría hacia el extremo sur del país, divise a lo lejos a dos niños jugando, y me acordaba de mi gran amigo y me preguntaba si aun viviría en la gran ciudad, hacia ya iba yo, deseando un encuentro casual.

El camino se hizo largo, ya que las ideas volaban en mi cabeza, y a cada rato detenía mi andar para escribir algún que otro verso, que gracias a que volvía a tener en mis manos mi guitarra, se transformaban en canciones!.

Al llegar a la gran ciudad, me fui decididamente hacia la plaza, a tocar una de mis canciones nuevas, la gente se acercaba de a poco, y se quedaban a escuchar, paso el rato y se me hacia tarde para llegar al puerto, así que decidí partir, el sur me esperaba y no me iba a hacer desear.

El sur, aires de libertad, paisajes, lagos, pureza. Pensaba mientras esperaba que el barco acabara su viaje. 
Que me deparara mi destino no se, cual sera mi sueño, aun no lo descubro, pero todo me llevaba hacia el sur, pasaban las noches, la luna escuchaba mis canciones hasta dormirse, las estrellas desaparecían en el amanecer. 

Llegamos al puerto, todo era tan, tan diferente, sensaciones raras empezaron a recorrer todo mi cuerpo, hasta que una voz familiar corrió todo el puerto gritando mi nombre. Ahí estaba el, algo me decía que no lo iba a encontrar en la gran ciudad por eso no lo busque, y en el lugar menos esperado lo vengo a encontrar.

Después de una extensa charla, y unas cervezas, ambos tomamos diferentes caminos, el seguiría su sueño de visitar a los caídos en una injusta guerra, y ver si puede revivir su sueño marchito, y yo... correría tras un sueño que aun no conozco. 

La despedida era un echo, el asta luego sonó a mañana paso por tu casa, como cuando ambos vivíamos en el viejo barrio donde habíamos crecido, pero no seria así, ya no estábamos en el barrio, aunque seguramente nuestros caminos se volverían a cruzar en algún momento. 

Deje atrás a un hermano de la vida, y seguí camino tras el sueño que debía descubrir. Mientras caminaba refleccionaba, mas que un sueño, buscaba un destino, o tal ves mi sueño era ese, el de buscar mi destino. El de allarme en un lugar y tener una familia, seria ese mi sueño? seria ese mi destino?.

Pase por unos pueblos, sin retrasarme mucho, caminaba mas aprisa, estaba como nervioso, ancioso, a cada rato por mi cabeza pasaban esos pensamientos negativos.
Se te escapa la vida, estas perdiendo el tiempo, no vas a encontrar nada.
Aunque esos pensamientos se volvian fuertes en mi, yo seguia mi camino. Junto a mi guitarra, como si fuera un juglar de los viejos tiempos, cantando mis canciones en diferentes lados, llevando la musica, mi musica de pueblo en pueblo.

En uno de los caminos me encontré con otro artista de la vida, tenia un rostro familiar, y se acerco y me pregunto si había estado en el puerto de desembarque del sur, y ahí lo recorde, cuando yo estaba en la plaza tocando uno de mis temas, el se había parado a escuchar. 

Converzamos un rato, y tocamos un par de temas, el clima era muy acojedor, la gente se empeso a aglomerar a nuestro alrededor, cantando y haciendo palmas. Es como si un nuevo sueño nos uniera a ambos a traves de la musica. Sabiamos que podriamos llegar un poco mas lejos que todos los que no lo intentaron, pero nuestras urgencias nos llevaban nuevamente por diferentes caminos, el debía regresar a casa, su novia lo esperaba, y yo debía seguir en busca de un destino. Quisas algún día nos volvamos a encontrar.

El camino se acababa, había recorrido casi todo el país en la ruta que había trazado, la pregunta era, Cruzo la frontera? o pego la vuelta?. En casa no había nada por que quedarme, por eso parti. Pero no quería salir del país, así que decidí hacer el camino de regreso, pero por otros puertos. 

De regreso a casa, decidí dejar de caminar, frustrado por no haber encontrado mi destino, tome un colectivo con una sola parada antes de mi destino. En esa estacion baje a descansar, saque mi guitarra casi ya sin ganas y me puse a cantar mis melancolias. En la otra parte de la estacion, había una muchacha, en su cara había un aire aventurero, como el mio cuando sali de mi casa. Pero su mirada era triste, como si le faltara algo. 

Cuando escucho mi canción, se acerco como si compartiece el sentimiento. espero a que termine de tocar y se sento al lado mio a tratar de entablar una conversacion...

Así era, después de unos segundos se escucho un "Hola" muy timido saliendo de su boca.
Luego de charlar unos minutos, nuestra conversacion se vio interrumpida por un anuncio del chofer del micro, que avisaba que por unos desperfectos tecnicos, el micro saldria con dos horas de atraso.
Al retomar la conversacion, nos contamos mutuamente los motivos de nuestros viajes, ella había salido en busca de un amor, de algo que le devolviera las ganas de seguir, de luchar.

Era algo timida, contaba las cosas de una manera muy dulce y pausada como si le costara hablar, a causa de su inhibicion. Pero la conversacion seguia su marcha, y con ella mi facinacion por su historia, por su vida. Algo dentro de mi no estaba bien, pareciese como si en esas dos horas de charla, hubiese visto su alma, su esencia, como si me hubiese dejado conocerla completamente. Y yo estaba dispuesto a hacer lo mismo. 

Definitivamente el clima había cambiado, ahora el aire olia a primavera, al nacimiento de algo nuevo, me atreveria a decir, al florecimiento de un nuevo amor. Ella ya no estaba nerviosa y su timidez había desaparecido, todo fluia naturalmente, y el instante fue magico, como si el tiempo no existiece y todo junto pasace, el silencio, la mirada y el beso!, y junto al beso el final, la voz de chofer anunciando a los pasajeros que debian abordar el micro. El sentimiento de triztesa y soledad fue obvio en ambos, pero ninguno los expreso.

Si bien ambos sabiamos donde iba cada uno, tal vez ninguno estaba dispuesto a dejar atrás su sueño, yo había perdido la esperanza de volverla a ver, pero ella decía que todo podia suceder. Cuando el micro arranco  y ella me despidio desde la vereda de la estacion, una lagrima corrió por su mejilla, y un puñal se clavo en mi pecho, una herida que me dejo sin aire, y solo me hizo dormir hasta llegar a casa.

Nuevamente en casa, todo volvía a ser como antes, aunque no tan pesado, ya que ahora tenia mi guitarra nuevamente y tenia a quien cantarle, aunque estubiece lejos. Los días pasaban todos iguales, y extrañaba esa estacion, los caminos que me llevaron hacia ella. 
Los campos que había recorrido en sos 2 años de aventuras, la gente que había conocido, los amigos que algún día volvere a ver. Extrañaba todo eso, y por las tardes me sentaba en las piedras de la escollera a cantarle a ella, esa canción que toque esa ves en la estacion, en esa estacion donde conocí el amor nuevamente.

Podia imaginar su voz cantando junto a la mia, pero era una simple ilucion, ya habian pasado mas de un año de esa despedida, seguramente habria encontrado otro viajero a quien acompañar en su canto. O eso es lo que creía, una tarde como todas las demas, pero con un aire diferente, un aire de reencuentro, mientras cantaba mi canción, su voz aparecio cantando junto a la mia, pero ya no era una ilusion, lo único que hizo fue cantar junto conmigo, sentada a mi lado en esa escollera, y al terminar de cantar, como el mar besa la piedra, ella beso mis labios, y senti que mi destino estaba sellado junto al de ella, junto al mar, junto a la piedra.

Habia encontrado mi camino, ella su amor, estábamos sentados en una piedra mirando el mar, cantando una canción.
Contemplando como el sol se escondia en el horizonte, e imaginando lo que viviriamos a partir de mañana. El futuro.

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