Me pierdo junto al sol de media tarde, en el crepúsculo donde se esconden los temores del día, donde renacen las pesadillas de la noche.
Y me acechan las veladas, donde las estrellas experimentan la soledad, y tiemblan, esperando tu regreso. Me vuelvo a perder, esta ves entre las sombras de esos callejones que forman los sentimientos y la razón.
La ley y la trampa de la vida, han formado en mi espalda una cruz. Una cicatriz que no para de sangrar me dice que busque una solución, pero el miedo a morir desangrado y el dolor me impiden moverme.
Me detengo a explorar en mis heridas, mis errores no quieren asumir su posición y se disfrazan de experiencias. Esas experiencias vacías de sentido, al no aportar un conocimiento que sea útil para terminar mi expedición. Para dejar de escarbar entre mis dolores.
El alba trae la sensación de tranquilidad, aunque no se si mañana brillaras en el cielo, y el crepúsculo me vuelva a encerrar en ese laberinto sin salida, en ese cuento sin final. En esta fría mente, que se niega a olvidar!!!
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